sábado, 31 de marzo de 2012

México: el subcomandante Marcos comenzó la marcha zapatista que recorrerá todo el país







El subcomandante Marcos abandonó hoy la selva con centenares de rebeldes zapatistas para recorrer el país antes de las elecciones presidenciales del 2 de julio, con el fin de formar un movimiento de izquierda en México.

El hecho coincide con el levantamiento guerrillero que dirigió Marcos en el estado de Chiapas, en el límite con Guatemala, el primero de enero de 1994, donde murieron más de un centenar de zapatistas.

Marcos, líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), comenzó su travesía desde el poblado chiapaneco de La Garrucha.

Cientos de zapatistas, que usaban pasamontañas negros, se reunieron en el valle de La Garrucha, para iniciar la caravana nacional denominada "La otra campaña" durante seis meses.

La marcha incluirá los 31 estados del país y la ciudad de México, y se realizará en forma paralela a las campañas políticas para las elecciones presidenciales del 2 de julio.

Marcos y sus seguidores tienen previsto después de un primer recorrido de unos 120 kilómetros llegar en las próximas horas a San Cristóbal las Casas, en el estado de Chiapas, donde está anunciado un acto.

Antes de iniciar la marcha, el EZLN reclamó respeto a la autonomía indígena y luego unos 5.000 zapatistas festejaron con bailes y cantos el aniversario del levantamiento armado el primero de enero de 1994. Los zapatistas mantienen un compromiso de cese el fuego contra fuerzas del gobierno mexicano. 






La 'otra' guerra del movimiento zapatista
Después de soportar durante más de diez años una guerra de 'baja intensidad' por parte del Gobierno mexicano, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pone en juego todos los avances en autonomía logrados hasta el momento y se embarca en un proyecto de vida o muerte: La Otra Campaña. Los zapatistas proponen en su última Declaración un modelo de política que pocas veces se ha probado. El EZLN no quiere alcanzar en primer lugar el poder para cambiar la sociedad; esta vez la revolución no llegará desde arriba sino "desde abajo y a la izquierda".
Zapatista pensativo ante el inicio de la Otra Campaña del EZLN
PALENQUE. (30.01.06) Pocas horas después de haber comenzado el año 1994 y entrar en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Canadá, Estados Unidos y México, que consolida por tiempo indefinido la era neoliberal en el hemisferio norte del continente americano, en un pequeño estado del sureste de México llamado Chiapas se levanta en armas un ejército indígena encabezado por el Subcomandante Insurgente Marcos. Los rebeldes toman en pocas horas las cabeceras municipales chiapanecas de San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Altamirano, las Margaritas y Comitán. Los miles y miles de indígenas que ocupan con su inquietante silencio los palacios gubernamentales sólo tienen dos palabras que decir: "Ya Basta". Ya basta de tanto despojo, de tanta marginación, de tanta pobreza y de tanto acoso.
Por aquel entonces el Estado mexicano de Carlos Salinas de Gortari contestó a la provocación como suelen hacerlo los Estados intransigentes: con un alud de bombas. Los enfrentamientos entre el Ejército federal y los insurgentes duraron varios días provocando decenas de muertos y heridos de ambos bandos hasta que la sociedad civil mexicana e internacional salió a las calles pidiendo al presidente que hiciese cesar los bombardeos y buscase una solución pacífica al conflicto. Se da inicio así a una "tregua armada" que durará más de 10 años y que estará salpicada por numerosas movilizaciones, negociaciones y promesas incumplidas. El proceso de desgaste llegó a tal punto que en el año 2001 los zapatitas realizaron la mayor movilización ciudadana de la historia de México: la Marcha del Color de la Tierra. Cientos de miles de indígenas llegaron al Zócalo para pedir que las leyes mexicanas respetasen la cultura y la autonomía de los pueblos indígenas. Pero tampoco así se logró nada. Meses después el Senado de la República de México hizo caso omiso a las peticiones del EZLN.
Autonomía y guerra de baja intensidad
Para muchos esto era el triste final de un movimiento. La causa estaba perdida. Ya no se podía hacer nada más; ya se había hecho todo lo posible. Pero si algo tienen los zapatistas es paciencia, mucha paciencia. Los líderes del movimiento no se amedrentaron. No contaban con la legitimidad del poder legislativo mexicano, pero tenían las tierras conquistadas a los terratenientes en 1994 y sabían que podían construir una autonomía 'de facto' entre las montañas de la selva Lacandona. Surgen así los cinco caracoles zapatistas: Oventic, Morelia, La Garrucha, La Realidad y Roberto Barrios. Estas cinco regiones comprenden 38 Municipios Autónomos Zapatistas y acogen a cientos de miles de bases de apoyo que se reproducen de manera espectacular debido a la alta tasa de natalidad de los zapatistas. Como dice Julio, un mexicano que lleva más de cinco años viviendo en territorio zapatista, "aquí tienen que introducir políticas de natalidad ya, si no se van a quedar pronto otra vez sin tierras".
Vicente, un joven zapatista fiel a la causa
Las cinco regiones autónomas zapatistas están gobernadas por las Juntas de Buen Gobierno, compuestas por un consejo ciudadano de unas diez personas, en su mayoría hombres, que siguen un sistema de rotación de diez días, al final de los cuales se sustituye dicha Junta. Es impresionante ver como al frente de una región no está el gobernador, el presidente o el alcalde de turno, sino un consejo de diez campesinos, muchos de lo cuales no saben ni hablar ni leer español correctamente. Estos 'compas' son la máxima autoridad regional en la atención de denuncias, resolución de conflictos y cumplimiento de las leyes zapatistas. Su cometido es "gobernar obedeciendo". No gobiernan según les parece a ellos sino según mande la comunidad. Y la comunidad manda muchas cosas: manda que esté prohibido el alcohol y otras drogas, manda que se planten dos arbolitos por cada uno que se tale, manda que se registren todos los coches de la zona y manda que se paguen 2.000 pesos (200 dólares) por realizar relaciones sexuales extramatrimoniales.
Pero el Estado mexicano no acepta de buena gana este grado de autonomía 'de facto'. No emplea la fuerza bruta para eliminar a los zapatistas, pero sí realiza una guerra de 'baja intensidad' contra las poblaciones autónomas. ¿En qué consiste esa guerra de baja intensidad? En primer lugar, desde las bases cercanas a territorio zapatista se envían constantemente convoyes, helicópteros y avionetas militares para vigilar y, al mismo tiempo, intimidar a la población de la zona. En segundo lugar, se permite la existencia de grupos paramilitares formados por terratenientes que quieren recuperar las tierras perdidas y que están llevando a cabo una campaña de acoso y hostigamiento contra los zapatistas. En tercer lugar, se apoya económicamente a los comités regionales de los partidos estatales como el PRI, el PRD y el PAN para que hagan campañas en contra de los insurgentes, siendo el método más utilizado en las últimas fechas "invitar a los zapatistas a beber alcohol para que dejen el movimiento", según reconoce Luis, miembro de la Oficina de Información del caracol de La Garrucha. Y finalmente, en palabras de Manuel, líder estudiantil del Distrito Federal de México y muy afín al zapatismo, "el Gobierno propaga rumores infundados de que los zapatistas tienen nexos con el narcotráfico, propios de los manuales de contrainsurgencia de la CIA para desacreditar el movimiento ante la población del país".
Convoy militar de vigilancia del Ejército mexicano al paso por zona zapatista
Sin embargo, a pesar de esta campaña de acoso, la mayoría de los zapatistas no se rinden y aguantan estoicamente todas las envestidas. Muchos ya han perdido la fe y se han pasado al otro bando. "Esos son los traidores", comenta Rosa, una activista internacional que vive en territorio zapatista. Pero la verdad es que es difícil resistirse a las ofertas del aparato estatal cuando uno es pobre. ¿A quién no le gusta tener agua caliente, energía eléctrica, maestros en las escuelas y tomar unos tragos con los amigos? Muchos zapatistas, al ver como viven las comunidades no zapatistas de al lado, dejan el movimiento y pasan "a la vida moderna", pero muchos otros no se dejan convencer. Ellos saben que su causa es justa y que no van a parar hasta que logren su autonomía y sus derechos. Como dice Sergio, componente de las bases de apoyo del EZLN, "esta lucha ha comenzado y no vamos a parar hasta que termine el despojo del Mal Gobierno. Yo ya estoy dentro. A mí me mataron a un primo en Ocosingo en 1994. Yo ya soy parte del conflicto y no hay marcha atrás".
Mujeres zapatistas en la marcha de San Cristóbal de las Casas
Los pasos hacia delante tienen que ver precisamente con la consolidación de la autonomía. Y aquí los zapatistas se han dado cuenta de que para ser autónomos se necesita dinero y ayuda del exterior. No llega sólo con tener tierras para cultivar. "Hay que tener los medios necesarios para poder cultivarlas de manera eficiente", explica Julio. Y lo mismo se puede decir también de la educación. No basta con tener escuelas autónomas. Son necesarios cursos de capacitación y fondos para que los maestros locales puedan ofrecer una buena educación a los niños zapatistas. Así nace la nueva fase del zapatismo. El EZLN se da cuenta de que no puede cambiar el país solamente desde la lucha indígena y en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona emitida el pasado junio se abre al exterior para encontrase con todos los movimientos sociales nacionales e internacionales que también luchan contra la explotación del capitalismo en su fase neoliberal. Esta etapa de contactos y reuniones entre el EZLN y otros movimientos contestatarios se inició el pasado 1 de enero con la salida del Delgado Zero, el Subcomadante Marcos, del caracol de la Garrucha, en lo que se conoce popularmente en México como "La Otra Campaña del EZLN".
La Otra Campaña
Nadie en México sabe con exactitud lo que es La Otra Campaña, es decir, nadie sabe cuál es realmente la nueva estrategia de los 'Neozapatistas'. Todos los taxistas preguntan lo mismo: ¿Pero qué es eso que quiere hacer Marcos?, ¿quiere llegar a presidente?, ¿quiere crear un partido político?, ¿qué 'chingados' quiere conseguir con todo esto? Incluso una investigadora del prestigioso Colegio de México, Diana Ibáñez, se pregunta lo mismo: "Habría que preguntarle a Marcos cuál es su nueva estrategia porque yo no lo tengo muy claro". Pero justamente ahí es donde está la estrategia del EZLN. Ni el propio Subcomandante Marcos sabe dónde va a acabar todo esto. Ésta no es una revolución convencional a través de la cual se llega al poder para realizar los cambios oportunos. "El EZLN siempre ha hecho lo que ha dicho y si dice que no va a llegar al poder y no quiere crear un partido político es que no lo va a hacer", comenta Raúl, un miembro del EZLN muy cercano a la Comandancia. La Otra Campaña es un experimento que jamás se ha llevado a cabo. "Lo que quiere el EZLN - dice Raúl- es hablar con la gente de izquierda y cambiar la sociedad no desde arriba, porque eso ya se sabe que no funciona, sino desde abajo, desde la misma gente", por eso Marcos no se cansa de decir que su lucha tiene que ser "de abajo y a la izquierda".
Aunque muchos en México no acaben de creérselo del todo, sobre todo si se tiene en cuenta que el país lleva ya muchos meses en campaña electoral para definir quién va a ser el próximo presidente de la República a partir del próximo julio, La Otra Campaña del EZLN no tiene un objetivo determinado, no tiene unas metas definidas. Como dice el propio Subcomandante Marcos, "la Otra va a ser lo que los adherentes de la misma quieran hacer de ella". El 1 de enero de 2006, cuando el Delegado Zero salió de la Garrucha en su moto y con su pingüino (la mascota de la Otra: un gallo tuerto) para recorrer en seis meses los 32 Estados que forman el país para hablar con la gente "sencilla y humilde del pueblo mexicano", el EZLN comenzó una nueva fase en su historia. Los zapatistas dejan de lado las armas y comienzan 'otra guerra'. La guerra consistente en enseñarle a los mexicanos desencantados por la política de partidos que el EZLN es capaz de hacer otra política. Una política basada en el diálogo, la palabra, el oído, el respeto, la unión y la creación de redes nacionales e internacionales con poder de convocatoria y presión.
El Subcomandante Marcos pronunciando su discurso en Palenque
En esta nueva fase el movimiento va a dividirse en tres grupos. Una parte, la mayoría, se encargará de defender a las comunidades zapatistas y apoyarlas en el fortalecimiento de la autonomía. Un segundo grupo, liderado por el Teniente Coronel Moisés, empezará a establecer relaciones a nivel mundial para crear "apoyos mutuos con personas y organizaciones que resisten y luchan contra el neoliberalismo". Y el tercer brazo, encabezado por el Subcomandante Marcos, será la comisión que se dedicará a visitar a "todos los explotados y desposeídos de México" para construir otra forma de hacer política, en la cual "la única paga sea la satisfacción del deber cumplido, o sea como antes hacían los militantes de izquierda que no paraban ni con golpes, cárcel, muerte y mucho menos con billetes de dólar". En sí la idea es crear una red nacional que luche por una nueva constitución que tenga en cuenta lo que el EZLN llama las demandas del pueblo mexicano: techo, tierra, trabajo, alimento, salud, educación, información, cultura, independencia, democracia, justicia, libertad y paz.
Los primeros pasos de la nueva fase
La Otra Campaña se inició oficialmente con un mitin multitudinario en San Cristóbal de las Casas, en el centro del Estado de Chiapas, donde cerca de 20.000 personas escucharon decir al Subcomandante Marcos que "hoy fuerzas conjuntas de La Otra Campaña tomaron e hicieron suya la ciudad de San Cristóbal de las Casas, símbolo de la soberbia y el orgullo del de arriba". El líder insurgente tuvo duras palabras en su primer discurso. Arremetió contra la clase empresarial y política de México y dejó claro que él sólo se iba a unir a los movimientos de izquierda de verdad y no a aquellos liderados por personajes como Andrés Manuel López Obrador, el mandatario del Partido Revolucionario Democrático (PRD), que tiene la vitola de ser un partido de izquierda con muchas posibilidades de ganar las próximas elecciones, pero que, en realidad, estos últimos años se ha corrompido con la presencia de muchos cuadros del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que estuvo más de 70 años en el poder hasta que en el año 2000 los neoliberales del Partido de Acción Nacional (PAN) llegaron al Gobierno de la República de la mano de Vicente Fox. El Subcomadante Marcos recordó en San Cristóbal que el EZLN ya había puesto todo lo que tiene en La Otra y que ahora le toca a los demás demostrar lo que están dispuestos a hacer por la causa.
Madre zapatista con su hijo
Y es que La Otra Campaña no va a ser un paseo para nadie. Los zapatistas se han cansado de recordar a los que buscan carrera política, tienen intereses ocultos o están detrás de cualquier otro tipo de recompensa que ya pueden olvidarse de saciar sus deseos a través de La Otra. Como dicen ellos, la gente que se acerque a 'La Otra Campaña' va a hacerlo con la seguridad de que no va ganar absolutamente nada. "Si quieres ganar algo, éste no es el lugar, hay que irse a otro lado; si quieres dar, aportar, trabajar o 'chingarte', éste es el lugar y aquí tienes un lugar", comentó el Subcomandante Marcos en una de las reuniones preparatorias de La Otra. En los tiempos de hoy la gente está acostumbrada a ver resultados inmediatos, a trabajar durante un tiempo para lograr unos frutos determinados. Pero el desenlace de La Otra es impredecible: puede desembocar en una gran revolución social desde abajo o puede ser un auténtico fracaso. Lo único que se sabe es que la nueva fase no va durar ni seis meses ni un año. "Actualmente se piensa que el proceso va a durar cerca de diez años", señala el citado Raúl.
Tras estos primeros días ya se puede vislumbrar cómo va a ser esta primera etapa de contactos entre el EZLN y la sociedad civil mexicana. En las reuniones de San Cristóbal, por ejemplo, el Delegado Zero pasó horas y horas escuchando a los diferentes delegados de las organizaciones adherentes a La Otra para saber cuáles son sus ofertas, sugerencias y pretensiones a la hora de crear un movimiento de resistencia nacional. Allí hablaron los indígenas, los obreros, los campesinos, las feministas, los chicanos, los ambientalistas, los protectores de los animales, los internacionalistas y hasta una niña de nueve años. Mientras el Subcomandante iba apuntando minuciosamente en su cuaderno lo que le parecía interesante de cada una de las intervenciones. En estas sesiones se abordaron temas de gran interés como el concepto de anticapitalismo, la pregunta de cómo se llega a los trabajadores que no tienen tiempo para politiqueos, el excesivo personalismo de Marcos o cómo es posible que el EZLN, un movimiento armado, esté presente en una iniciativa cívica y pacífica como es 'La Otra Campaña'.
El Delegado Zero escuchando atentamente a los adherentes de La Otra
Pese a las críticas, lo que ha quedado claro estos días es que el EZLN tiene un poder de convocatoria enorme y un claro ejemplo de ello fue la toma de Palenque, cuna de la civilización Maya de la cual son descendientes los zapatistas. Más de 5.000 bases de apoyo del EZLN invadieron las calles de esta pequeña localidad chiapaneca para demostrar a los rancheros armados que estaban emplazados en la entrada de la ciudad de que ellos son muchos y no le tienen miedo a nadie. Como constató el Comandante Zebedeo en la asamblea plenaria de La Otra: "Aquí estamos, no nos hemos rendido, ni nos hemos vendido. No nos venderemos ni nos rendiremos porque estamos muy convencidos de que nuestra lucha tiene causas justas para los pobres de México y del mundo."
Las bases de apoyo del EZLN en las calles de Palenque
El Subcomandante Marcos, por su parte, declaró en Palenque que La Otra había llegado a esta ciudad, en su día unos de los mayores epicentros de la civilización maya, para explicarle a los del capital que ellos habían hecho de esta ciudad una especie de museo adonde los visitantes venían para ver una cultura muerta, pero los zapatistas habían venido aquí a demostrar que la cultura indígena maya está aún muy viva. Y un buen ejemplo de ello fueron los resultados de las reuniones bilaterales que el EZLN mantuvo en Palenque con ciertos movimientos obreros y campesinos del norte de Chiapas. Los zapatistas llegaron a un acuerdo de apoyo mutuo con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), hasta el punto de que Mario Álvarez, secretario general del Comité Estatal Ejecutivo de la CUT, llegó a decir en rueda de prensa extraordinaria para los medios alternativos que "si alguien ataca al EZLN la CUT va a salir en su defensa y lo mismo hará el EZLN si alguien se mete con la CUT".
El Subcomandante Marcos con representantes de la CUT
La CUT se convierte así en el primer gran aliado del EZLN en La Otra Campaña. Estamos hablando de un movimiento de trabajadores rurales sin tierra, con miles de adeptos, que después de muchos años de despojos no tienen ya casi nada que perder y que han proclamado abiertamente su oposición a los tratados de libre comercio. Para Mario Álvarez, las políticas neoliberales han sido nefastas para el campo mexicano y sólo han traído privatizaciones masivas y la entrada en el país de productos agrarios transgénicos y de bajo costo subvencionados por los Gobiernos del norte. La CUT ya ha anunciado que se producirán movilizaciones masivas en el año 2007 gane quien gane las elecciones. Parece que se avecinan cambios en la vida política de México. Imagínense que el EZLN logra establecer una red de alianzas como ésta en todo el país y que esa red nacional convoca una huelga general. ¿Qué pasaría entonces?